El autor
PEQUEÑA
Era una mujer pequeña.
Pequeña
como una ola de orilla.
Todo su cuerpo se desplazaba
rápido
como los peces del océano.
Y estaba aquí y estaba allá,
siempre en movimiento,
como un emblema que flamea en
el aire.
Jamás pude verla estática,
escurridiza mujer de galpón y
de redes.
De aquéllas que se apagan y
florecen
como los mismos caracoles
marinos.
Era pequeña como una ola de
orilla y misteriosa
como ella.
Blanca y oscura como el tiempo
del norte,
blanca y oscura como la
superficie y la profundidad.
Era pequeña de piernas y
brazos, de harapos y palabras.
Mínima como un grano de
arena,
pero grande y misteriosa como
el mar y la vida.
HOY
PARIÓ
Hoy parió una gata en un rincón de mi casa.
Debe haber llegado a oscuras
desde muchos otros tejados humildes y lejanos. La vi
cuando el sol comenzaba a iluminar la tierra. Ahí estaba
pálida, taciturna, convaleciente.
No reaccionó ante mi presencia
más bien parece haberme narrado con su mirada ingrávida
toda su desesperante aventura. Yo la miré,
y ante mi mirada un maullar suave
estremeció las paredes del patio.
La desconocida, tal vez a las tres, cuatro o cinco de la madrugada,
barrió con todo lo que encontró a su paso: camisas,
trapos, calcetines, diarios viejos. Todo
quedó húmedo y ensangrentado.
Y ante mi asombrada e insistente mirada, pareciendo
comprender la exactitud de las cosas,
cogió de uno en uno
a sus tres cachorros
para llevarlos a un paseo por la vida.
(de "Después de mi casa")
Hoy parió una gata en un rincón de mi casa.
Debe haber llegado a oscuras
desde muchos otros tejados humildes y lejanos. La vi
cuando el sol comenzaba a iluminar la tierra. Ahí estaba
pálida, taciturna, convaleciente.
No reaccionó ante mi presencia
más bien parece haberme narrado con su mirada ingrávida
toda su desesperante aventura. Yo la miré,
y ante mi mirada un maullar suave
estremeció las paredes del patio.
La desconocida, tal vez a las tres, cuatro o cinco de la madrugada,
barrió con todo lo que encontró a su paso: camisas,
trapos, calcetines, diarios viejos. Todo
quedó húmedo y ensangrentado.
Y ante mi asombrada e insistente mirada, pareciendo
comprender la exactitud de las cosas,
cogió de uno en uno
a sus tres cachorros
para llevarlos a un paseo por la vida.
(de "Después de mi casa")
TRANCE
Por qué los ojos enceguecen?
Este trance tiene relación con la vida de vientre?
Estas preguntas me las hice siendo anciano.
Ahora que he vuelto a ser joven
Me interesan los lagos, las entrepiernas,
Las salitreras abandonadas y los eructos de mi perro.
Cansado de vomitar como los ebrios prematuros
Me desplazo recogiendo palabras en la calle
Y de vez en cuando pateo los desperdicios de la noche.
Me entretengo leyendo graffitis en los puertos,
Mientras en los últimos minutos del crepúsculo
Los marineros beben el primer vino de la noche.
Nunca más quise impregnar la vejez en mis entrañas,
Aunque mis pasos ya no son ágiles como antes.
(De "Alone Again")
HASTA AYER
Hasta ayer éramos
los que nos sentábamos a comer
alrededor de las plazas. Era ese el ritual
de las tardes.
Cada uno de nosotros miraba
florecer los arbustos
y en cuclillas besábamos la tierra.
De tarde en tarde recogíamos las hojas
fuertemente derrotadas por el viento
y merodeábamos los perros
cuando lamían con sed a sus perras.
Nos quedamos sentados en el tiempo
y no nos dimos cuenta
del momento en que fuimos tragados
por los años.
(De "Alone Again")
NACIMIENTO
Mi madre nació cuando yo nací.
Pero ella también creció
cuando nació su padre.
Una miga de nieve estremece la memoria.
Yo fui pescador, y sin embargo, sigo siendo pescado.
Ahora me encuentro con la tarde
donde caen soles relativamente fríos.
Y mi lengua se extiende como brazo
sólo para poder hablarle.
Créanme ahora y no mañana.
Mi madre nació justo
cuando yo nací. Y creció
también
cuando nació
su padre.
(De "Alone Again")
Mi
hermana Cristina siempre pensó en la muerte
Mi
Hermana Cristina siempre pensó
en
la muerte
en
cómo los años van cambiando
a
los seres
y
en los ríos que pasan y vuelven
y
en los ojos nuevos y los ojos viejos
y
pensó en los rostros que cambian
en
las voces que cambian en los pasos
que
cambian y en los jóvenes y en los viejos.
Cuando
caminaba siempre miró a lo lejos
como
si más allá encontrara
el
camino elegido.
Y
a cada centímetro siempre pensaba en la muerte
cómo
será
qué
se sentirá dentro de un cajón frío y húmedo. Se preguntaba
sobre
el pecado de los hombres
el
terror de buscar el sustento
la
espera de la noche para despertar mañana.
Esperaba
los buses siempre con mirada lejana
como
si alguien le hablara de lugares remotos.
Y
hablaba bajito
con
la timidez de los que no quieren su casa.
Mi
hermana Cristina siempre se preguntaba sobre la muerte. Y murió
acuchillada
por una diabetes sin recibir respuestas.
Su
casa quedó solitaria
y
en los rincones parece que camina.
Mi
hermana Cristina está ahora junto a los muertos
roncando
en un cajón frío y húmedo.
Y
ahora debe preguntarse sobre la vida
en
cómo será y qué mierda hay que hacer para volver a ella.
(De "Hijo de Sastre")
Siempre
en bicicleta
Ella
me esperaba
y
yo pasaba en bicicleta. Me esperaba
en
esquinas.
Su
voz se repartía en las calles.
Yo
la quise cuando aprendí
a
respetar.
La
escuché una noche
precisamente
cuando el frío se introdujo a sus ojos.
Lo
cierto es que ella me esperaba siempre me esperaba
Yo
pasaba
-en
cambio-
en
bicicleta.
(de "Hijo de Sastre")
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